Un día en Chezi.

 Llevo ya dos semanas en Chezi y querría resumir un poco mi vida diaria aquí ahora que ya estoy asentado en esta montaña rusa de sensaciones. Además ya sé reducir las fotos y se suben más fácil.

 Me levanto muy temprano sobre las 6.30. Desayuno algo y me voy a la Biblioteca del Colegio que está a 5 minutos de la misión. El camino es de barro pasando por un mercado rural que tiene la gente que vive en el Poblado. En el mercado puedes encontrar desde tomates, muy chicos y verdecillos, verduras, cacahuetes y todo lo que se pueda cultivar, leche e incluso recargas para móviles y todo. Los Jueves el mercado es especial, pues viene gente de todos lados y pone su puesto vendiendo lo que sea, cualquier cosa, es impresionante el ambiente que se forma, no quise hacer muchas fotos porque era el primer Jueves que estaba y no sé si les molestaría pero las haré más adelante.

-Este es el camino que hago todos los días. Normalmente hay mucha gente pero hoy estaba diluviando y estaba así de vacío. Tras el mercado está el Poblado y al margen superior derecha en la montaña el Colegio. Por último destacar que el campo de fútbol está en lo alto de esa montaña y cada vez que llego no tengo fuerzas para jugar.-

 -Así es como está el mercado un Jueves. La gente de otros poblados viene a poner su mercadillo. No cabe un alma.-

Estoy en el Colegio de 7 a 12, que vuelvo para comer. Siempre para cocinar y beber hay que hervir el agua, pues si no lo haces y bebes directamente del grifo te pones malo. Además cada vez que juegues con niños o tengas contacto con ellos debes lavarte las manos continuamente, aunque casi nunca me acuerdo. El lavado de ropa es a mano, y después si la tiendes fuera tienes obligatoriamente que plancharla, pues hay un bicho que pone sus huevos en la ropa mojada o no sé qué y si se plancha pues se acabó el problema. Suelo aprovechar desde que termino de comer a las 12.30 hasta que comienza por las tardes las clases a las 14.00 para hacer estas cosas.

 Respecto a la comida, como ya dije, la primera semana me lo monté regular, pero gracias a una buena compra en la capital ya me defiendo más o menos para cocinar. Además en la misión hay un huerto gigante con verduras, frutas, etc y animales que sirven por si te falta algo, por ejemplo conejos. Aquí se paga en Kwachas Malawianas. Ahora mismo está muy devaluada la moneda, antes de venirme el cambio era 1 euro- 210 kwachas, pero el otro día me las cambiaron a 350 kwachas- 1 euro. Nos cambia en la capital un personaje que es Jack el Gitano. A pesar del nombre es de confianza y el cambio lo hace un poco clandestino en el parking de un supermercado dándote la mano, de película. Además el billete más grande es de 500 kwachas, unos menos de 2 euros, por lo que cuando me da el cambio de 50 euros casi necesito un maletín y te da la impresión de que eres multimillonario.

 

 Las clases por la tarde ya puse cómo eran, después suelo ir a jugar al campo de la misión con los niños si ese día no hay entrenamiento con el Sevilla en el campo que está arriba de la montaña que al llegar ya no puedo más. Los Jueves por la tarde tengo catequesis en vez de clases y los Sábados por la mañana las clases con los niños de fuera del centro. El útlimo Sábado estuvo una ONG española y estuvo repartiendo cosas a los niños, me he comprometido a visitar algunas escuelas que subvencionan por si construyen lo que están pagando. Después fuimos a visitar a otra misión donde están otros dos voluntarios de Sevilla en otra ciudad.

 - Una rivalidad que no tiene fronteras -

-La ONG Active África antes de repartir comida.-

 El otro día estuve enseñando a un niño español y él a mí chichewa, todo a través del inglés. Tras las clases me dijo si quería conocer su poblado, y allí me planté. Ese sí es el Malawi real. Viven en Chozas y el agua la sacan de un pozo. Es muy pobre todo y allí me quedé un rato en su casa que me ofrecieron de todo porque aunque no tengan nada,lo poquísimo que tienen lo dan, es increíble. Allí me estuvieron contando que hay un nuevo Presidente en el País pero que lo está haciendo fatal y que si en dos meses no dimite la gente se va a echar a la calle y la va a liar al parecer. Eso me dejó algo preocupado,para quien no entienda mi preocupación que vea la película 7 años en el Tíbet.

- El poblado que visité. 


 Por último los Domingos es la Misa, ya conté que son muy largas pero merecen muchísimo la pena. Todos cantan, bailan, ofrecen cosas ( comida, cabras en medio de la misa..) y no puedes dejar de sorprenderte de lo espectaculares que son.

 A las 18.00 acaba el día aquí, aunque normalmente me quedo hasta las 9 viendo una película, serie, hablando con gente de la misión o si se va la luz en mi cuarto leyendo un libro o escribiendo. Después a dormir, por supuesto, bajo una mosquitera y de momento escuchando unas tormentas como jamás en mi vida había oído, pero eso es otra historia.