martes, 29 de mayo de 2012

Campeonato. I parte.


 Es imposible expresar lo que viví .Pero más difícil es escribirlo. Si escribo cómo surgió peco de poco humilde, si escribo restándole importancia no escribo la realidad. Hablo de cómo una desastrosa eliminación pasó a ser la mayor alegría que mucha gente de aquí ha tenido en muchísimos años. Hablo de un partido que jamás se olvidará en la memoria de la gente de Chezi, y ni mucho menos de la mía. Hablo de la mejor experiencia deportiva de mi vida.

Tengo que decir antes de nada que NUNCA, JAMÁS había jugado al nivel que estoy jugando. He podido tener partidos buenos o malos en España pero nunca en este nivel. No sé qué tiene este país que parece que el destino me esperaba aquí para cumplir los sueños de mucha gente. Me hace mejor persona, mejor trabajador, mejor en todo, incluso mejor futbolista. Sí, sé que pensaréis “… sólo es un campeonato entre poblados en Malawi…”, pero creedme, es mucho más. En Malawi las penas son más penas, pero las alegrías son más alegrías.


EL CAMPEONATO.

Todo quedó organizado la semana pasada. A pesar de ser muchos los que quisieron participar, cerramos el cupo en ocho poblados que nos enfrentaríamos por ganar el I Campeonato Malawian Villages. Los premios; el primero recibirá una copa y 14 equipaciones nuevas. El segundo y tercero medallas. Hay un premio especial al mejor jugador del campeonato que lo decido yo, y que ya he descubierto a varios cracks que le hacen competencia a nuestro Pirilani. Se juega en Kanienge, un poblado a 2 kilómetros de Chezi. Los poblados son Tolano, Kasitu, Mdindo, Kanyanciwa, Mngona, Mkhono, Sevilla Chezi y Tchako. Sabíamos que habría expectación, pero no tanta. En el primer fin de semana han ido unos 2000 a cada partido. Es el primer campeonato pero al finalizar hablaré con mi hombre de confianza aquí para que se celebre cada año y así quede algo más de mí en Malawi. Mngona y Sevilla Chezi parten como favoritos, mientras que Tchako y Kanyanciwa son los grandes desconocidos. A los organizadores nos dejan un lugar privilegiado para ver los partidos, como la presidencia, donde anotamos los jugadores que optarán al premio de mejor jugador. Si el partido finaliza en empate hay penaltis directamente y se ha contratado a un árbitro para que no sucedan las barbaridades que he visto aquí.

PRIMER DÍA.

El pasado Sábado se enfrentaron Tolano y Kasitu, ganando el primero por 2 a 1 en un partido bronco. Por su parte Kanyanciwa ganó a Mdindo por la mínima, sorprendieron varios jugadores, unos pequeños jugones de medio campo. Pero todo esperaba para el Domingo donde jugaban los dos favoritos.

SEGUNDO DÍA.

Con más gente que el día anterior, el campo se abarrotó para ver la parte del cuadro más dura. En el primer partido Mngona se enfrentó a Mkhono. Parecía que sería fácil cuando se fueron al descanso ganando por 2-0, pero en la segunda parte un tan desconocido como bueno mediocentro guió a Mkhono hasta el empate con el que acabó el partido. En los penaltis no puedo ser y Mngona se hizo con la victoria.

PARTIDO

El partido estaba prácticamente perdido, era el minuto 70 y perdíamos por la mínima ante un sorprendente Tchako. No salía nada, no podíamos dar pases en un campo de patatas ( literalmente) y ante una defensa que jugaba al límite del reglamento y me seguía como mi sombra. No podía ser – pensé- tanto organizado y con el papel de favoritos como para eliminarse a las primeras de cambio. Entonces todo cambió. Me eché el equipo a la espalda y todo nos salió. Pases, regates, tiros, goles… tras un aviso de falta que golpeó a la escuadra con el murmullo halagador del público, marqué el empate de cabeza en un buen centro convirtiendo un golazo al que no están acostumbrados en este fútbol tan tacaño y aplaudido hasta por los rivales y árbitro. El equipo se vino arriba, todas las pelotas pasaban por mí y todo lo entrenado cada día por fin salía, eso desmoralizó al rival y a falta de 5 minutos del final un último pase lo convirtió el otro delantero para desatar la locura.

 Todo había acabado, miles de personas invadieron el campo felicitándome, abrazándome o simplemente saludándome. Me salió un juego perfecto que nunca pensé que tenía. Tengo que decir que creo que fui el mejor sobre el campo y por eso ganamos. Esta mal decirlo pero fue así. Me había convertido en el héroe de Chezi por un día. Al volver seguía la fiesta en el poblado, la felicidad era inmensa, aquello era más que un partido. Todos cantando y coreando mi nombre y aun ahora con el paso de los días la gente me sigue felicitando por aquel partido en que cambiamos la historia.

La semana que viene son semifinales y final. Pero ahora todo es distinto. Ya hemos ganado el haber defendido el orgullo de ser favoritos hablando sobre el campo, asombrando a miles de personas con lo entrenado cada día. El resto, como siempre, sólo es disfrutar.


                                    Cuadro del campeonato. La parte mas dura a la derecha.


                                   Trofeos, equipaciones y medallas para los ganadores.


                                    Acceso al campo de futbol. Exito total de asistencia.


Mackham. Manager del equipo y mi hombre de confianza. Hablando con los entrenadores de los equipos sobre las reglas. Quizas a mas de uno le suene el polo.


                                                                 Primer partido.


Mucho ojo con este chaval, quedarse con su cara, quizas en unos anios lo veais por ahi jugando. Un atentico crack que pintaba para trofeo de mejor jugador. Lastima que su equipo se haya eliminado tan pronto.


                                                                  Foto de equipo.


           Celebracion de el gol. La gente comenzaba a saltar al campo. Aquel fondo era la hinchada rival.


               Detalle de hermanos entre Pirilani y yo. Cambio de numeros en partidos importantes.


                                Con el pitbull con mas clase de Malawi tras el partido.


                                           Ayudantes en la organizacion  del torneo.


                                                          Equipo en vestuarios.


Diferencia entre la salida en el descanso y el final del partido, donde no cabia un alma en el terreno de juego.

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