LLEGADA DEL CONTAINER.

Para aquellos supervivientes que hayan leído el Blog desde el principio sabrán que hace unos tres meses envié un par de cajas en un contenedor que venía para Malawi cargado de ayuda para las distintas misiones. Tras millones de problemas burocráticos, mucho dinero y meses de espera, ha llegado ( cada día que pasaba cobraban más, por lo que lo tenían retenido). Ya ni recordaba qué mandé, por lo que cada vez que abría una caja me sorprendía descubriendo cosas inesperadas para los niños que seguro le harán al menos tan felices como me han hecho a mí.

 El contenedor se abrió a primerísima hora en Área 49 y tardamos más de 8 horas en descargarlo y cargarlo en nuestra camioneta. Todo bajo la “ atenta” mirada de la policía de aduanas, más por ir eligiendo qué se llevaban como obsequios que por controlar qué entraba. Llegó muchísima comida, juguetes, balones, zapatos, ropa y un etcétera interminable de cajas. Al salir desde Sevilla, la mayoría de las cosas eran de allí. Al final del contenedor dejaron dos ruedas gigantes de cable que la bajaron al estilo Malawi ( no hay grúas), dos maderas, un empujoncito y que caiga donde sea, en una de ellas casi siniestrando el coche de la policía de aduanas, un show.

Pero entre toda esa montaña de cajas que se dividían entre misiones, en dos de ellas ponía voluntario Pablo. Comida española, aceite de oliva! ( ahora entiendo lo de oro líquido), miles de libros, fichas y material didáctico en inglés para los niños donado por la guardería de mi hermana y más, pero lo que más ilusión me ha hecho es esto:

Babys, polos y chándal de la guardería de mi madre y que a partir de ahora llevarán los niños de Chezi. Además de la ilusión que me hace es que realmente lo necesitaban, así que en breves podré subir fotos de los niños disfrutando de esta donación de mi familia a la que le doy mil gracias.

Mis compañeros de trabajo.

Momento crítico en el que por dos centímetros no volvió a España de vuelta.

Material donado por ambas guarderías.