martes, 10 de abril de 2012

LAGO MALAWI.



Vacaciones en Malawi. Los niños no tienen colegio y el Sol se abre paso tras la lluvia. Entretener a los niños todo el día es tan agotador como gratificante. Ver que gracias a ti sonríen es una sensación única. Aun así necesito recargar las pilas después del mes más intenso en sensaciones de mi vida y reflexionar un poco sobre todo lo que estoy viviendo.  Recibo la visita de Javier y María, voluntarios en Área 49, que van a pasar unos días en Chezi y así me ayudan a entretener a los niños. Unos cuantos decidimos desconectar durante unos días, ¿ Dónde mejor? En el Lago Malawi. Mi primer viaje serio. Mochila y allá vamos.

El Lago Malawi es el tercer lago más grande de África, ocupa unos 600 kilómetros de largo por lo que es gigantesco. Tiene olas, islas, peces y playas paradisíacas. He tenido la sensación de estar en una de esas playas de luna de miel a precio de coste. Es, como todo el país, un contraste enorme entre belleza y pobreza, un paraíso secreto olvidado que te da la sensación de ser el primer Azungu que descubre.
El camino hasta allí es de película. Un minibús de 8 plazas donde vamos 19 escuchando reggae todo el viaje. El radar móvil Malawiano me hizo mucha gracia. Consistía en un policía con una cámara de vídeo de pie en el arcén que seguía al coche con la cámara. Es muy probable que te quedes tirado en medio de la carretera porque no hay gasolina en el país y todo el mundo va con las gotas de carburante exactas para llegar. En las gasolineras cientos de coches hacen noches enteras para poder repostar una vez llegue petróleo.
Nos alojamos en Cool Runnings, un camping que es una misión en la playa de Senga Bay. Lo lleva Samanta, una sudafricana extraordinaria que también tiene una vida para contar. Allí se alojan desde hace muchos años voluntarios o familias que, como yo, tienen la suerte de dar con este rincón.
 Comienza el día en el Lago a las 5.30 de la mañana. Definitivamente el Sol aquí es diferente. Tras una cercana y pequeña isla el Sol pinta de rojo y amarillo el cielo, mientras los pescadores sacan sus canoas prehistóricas para faenar con sus redes. No hay ruido ni edificios altos ni contaminación, sólo habla la naturaleza. Paseamos por la playa vacía donde unos pocos  pescadores están tejiendo redes.
 Vamos a un mercado tradicional del poblado y empezamos a empaparnos de la cultura de este pueblo costero ( y a comprar algunos de vuestros regalitos). Viven como hace cientos de años. El mercado son cuatro palos donde venden los productos más básicos y todo tipo de tallas en madera o caoba. Juego con algunos ancianos al Bawo, un juego tradicional africano y nos divertimos haciéndole fotos a muchos niños que nos siguen y juegan con nosotros.
Visitamos en barco la isla. La exploramos y nos bañamos entre una cala de gigantescas rocas blancas. Allí veo por primera vez el extraño árbol africano llamado Baobab. Al volver cenamos en una terraza del camping que da a un Lago completamente iluminado por la Luna llena reflejando tanta luz que parece que es de día.
El día acaba durmiendo en aquella vieja caravana que algún día salió de EEUU y, pasando por Sudáfrica, descubrió este rincón y decidió quedarse. No necesita más, ni yo tampoco.
Al volver a Chezi tuve esa sensación que tienes al volver a casa. Esa ilusión por ver a la gente que te espera y cuando te reciben los niños y te dicen que te han echado de menos sientes que de verdad eres importante para ellos y que lo que estás haciendo está bien. Comienza otra vez mis días en Chezi, pero ahora vengo con más fuerza que nunca.
Hoy me voy a otra misión que está bastante lejos de Chezi, el Hospital Mlale. Todos los voluntarios y sisters se reúnen en este día señalado allí. Además, es de especial interés para mí pues voy en busca de una historia que me ha ocurrido de esas que me gustan a mí, de las que la única explicación que puedes darle se llama Destino. Al volver os la cuento.

Un fuerte abrazo a todos. Pablo.





















3 comentarios:

  1. paliyooo, brutal todo lo que haces amigo!! me parece una tarea encomiable dedicar tu tiempo a gente tan necesitada!! la verdad que me he hecho seguidor total de tu blog!! y las fotos ya ni te cuento.....
    Un saludo y un fuerte abrazo
    pd: hoy juega el Sevilla con el Zaragoza...a ver si nos enganchamos ya ahi arriba..

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  2. aaaaaa, por cierto, ni tu Hermandad del Valle ni la mía de la Quinta Angustia pudieron hacer estación de penitencia....jajajaja....
    que aquí tambien llueve, no solo alli, aunque aquí sólo lo haga en Semana Santa.....

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  3. kiyo muchas gracias por todo lo que haces , me emociona y me ilusiona todo, te agradezco muchisimo la carta , la verdad q se me saltraon las lagrimas espero verte pronto..GRACIAS YO TB TE QUIERO, sos un numero uno.

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